Monday, April 27, 2015

FERIA DEL LIBRO DE SANTO DOMINGO (II)

Mucha pasión en la Feria del Libro de Santo Domingo: al menos fuera de Perú, nunca me había pasado que al final de una presentación se acercaran tantas personas con tantas ganas de hablar, contar, argumentar, felicitar, cuestionar y refutar, como me ocurrió hoy después de la mesa sobre literatura peruana y dominicana que compartimos con Jorge Eduardo Benavides, Mariela Dreyfus, Jennifer Thorndike y otros colegas locales. Pero el calor y la energía ya flotaban en el ambiente desde la ronda de preguntas, donde se nos pidió opinión sobre unas declaraciones de Vargas Llosa sobre las que no tengo la menor idea y se cuestionó que nuestro aspecto físico no fuera “representativo del verdadero peruano” (!!!) Pero la embajada tenía preparado pisco sour y rondas de degustación de diversos platos, entre ellos un arroz con mariscos absolutamente supremo, así que seguimos conversando un buen rato con la gente, siempre con el ambicioso propósito de convencerlos de todo lo contrario de lo que tenían en la cabeza antes de entrar a la feria. Y, para terminar, conocimos al “poeta más joven del mundo” y a una escritora de catorce años con cinco libros publicados, que me firmó su libro y me hizo sentir el tipo menos productivo del mundo. Después de todo eso, decidí que era suficiente para un solo día y que la noche de mi único sábado en Santo Domingo la pasaría pensando, leyendo y esperando la próxima presentación en esta calurosa feria que definitivamente voy a extrañar.



Aquí el viernes 24 por la noche presentando la novela de Christian Reynoso El rumor de las aguas mansas junto al autor y a Jorge Eduardo Benavides. 

Inauguración del pabellón peruano

La artillería pesada de ANIMAL DE INVIERNO, como siempre llevando su literatura a las ferias del libro de Latinoamérica. 

Hablando con una de las chicas que estos días trabaja en el pabellón peruano de la FIL Santo Domingo, me preguntó qué libro le recomendaba leer. Al toque nomás fui en busca del hermoso ejemplar que PESOPLUMA editó de la primera novela del gran Julio Ramón Ribeyro.