Una cortita para AUSTIN, TEXAS 1979 en la última edición de la revista más leída del país (SOMOS). Escribe Enrique Sánchez Hernani:
“Expresión
madura de un escritor que ha hallado sus recursos para expresar el vértigo y la
meditación de quien, a los treinta años, se encuentra con una crisis personal.
Los mundos del protagonista, su psiquiatra y su padre se intercalan, revelando
una desconocida identidad”.