(Copio directo desde mi Facebook)
Con Jaime Cabrera, grabando para LEE POR GUSTO el sábado 24 por la tarde. Fue una de las entrevistas que más he disfrutado, y no solo por el whiskacho que fielmente nos acompañó a lo largo de una conversación que se prolongó como por cinco horas, al punto que oscureció mientras yo seguía hablando, entusiasmado, mientras Jaime me hacía señas como para que hagamos un alto porque estaba tan oscuro que no iba a verse nada (yo pensé que me preguntaba si tenia otra botella). Ojalá esa parte final de la entrevista quede después de la edición, aunque no recuerdo exactamente lo que dije, aunque no lo recuerdo ni siquiera inexactamente, me gustaría verme en penumbras, vaso en la mano, al menos para descubrir por qué me sentía tan contento hacia el final. La entrevista, eso sí, la empecé con mucha dignidad: leyendo serio, afectado, solemne, un breve fragmento de la novela que Jaime tenía marcado con lápiz y me pidió que leyera en voz alta para comenzar. El video, según me cuenta, estará colgado en LEE POR GUSTO muy pronto. Veremos qué tal.
